En Romiyim (Romanos) 10:4 podemos leer:
«Porque el Mesías es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.» (LBLA)
¿Qué significa esto? ¿Dejó la ley de existir después de la muerte del Mesías? ¿Ya no opera la ley como nuestro guía para mostrarnos lo bueno y lo malo? ¿Podemos impunemente maldecir a nuestro padre y madre y aún disfrutar la bendición de YHWH? ¿Podemos asesinar a nuestro vecino y aún considerarnos justos ya que el Mesías es el «fin de la ley»?
Creo que usted estará de acuerdo con que no podemos hacer ninguna de esas cosas y seguir disfrutando el favor de YHWH. ¿Entonces, cuál es el significado de Romanos 10:4?
La clave para entender esto es la palabra «fin». En español puede significar meta, objetivo, propósito, resultado, así como término. La palabra griega «télos» de la cual se traduce puede tener significados similares. Considere los siguientes pasajes:
* «Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Elohim, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado (télos) la vida eterna.» (Ro. 6:22 LBLA).
Habiendo sido liberados del pecado, nuestra meta, nuestro propósito, es la vida eterna
* «Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera. (1 Ti 1:5 LBLA).
¿Terminó el mandamiento; el mandamiento que dice ama a YHWH y a tu prójimo? No. Nuevamente vemos que el significado es «el propósito del mandamiento» es mantener un amor no fingido. La Versión Revisada Estándar lo pone de la siguiente manera: «…en tanto que el propósito de nuestro(a) mandato es amor que mana de un corazón puro…»
* «Obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas. (1 P. 1:9 LBLA).
La Versión Revisada Estándar dice:
* «Como consecuencia de vuestra fe ustedes obtienen la salvación de vuestras almas».
Y la Versión de Berkley dice:
* «Mientras obtienen la salvación de vuestras almas como el resultado de vuestra fe».
«Habéis oído de la paciencia de Iyov (Job), y habéis visto el fin de YHWH; que YHWH es muy piadoso, y de tierna misericordia» (Stg. 5:11) ¿Qué es esto? ¿Acaso el Ser Supremo dejó de existir? No mis hermanos. Hemos visto la meta, o el propósito del Ser Supremo al traer muchas almas, incluyendo la de Job, a la salvación. La Versión Revisada Estándar dice, «Han oído de la firmeza de Job, y han visto el propósito de YHWH…»
Nuevamente veamos Romanos 10:4... Muchos de los judíos en los días de Pablo no veían la necesidad de un Salvador, un Mesías. Ellos tenían la ley que les definía el pecado, y por lo tanto, el camino hacia la justicia (Ro. 10:1-3). Pero ese es exactamente el problema. La ley sólo define el pecado. No lo hace ni puede quitar el pecado.
¿Qué escribió Pablo en otro lugar? La ley es nuestro tutor que nos conduce al Mesías para que podamos ser justificados; no por la ley, sino mediante la fe (Gl 3:24). De esta manera Yahoshúa el Mesías fue el fin, el propósito, la meta, de la ley. (Ro 10:4)
Lo que la ley no pudo hacer (quitar el pecado), Yahoshúa puede hacerlo – y lo hará – por todos los que crean en YHWH, se arrepientan de quebrantar la ley, confiesen a Yahoshúa como el Mesías (Ro. 10:8-10); y sean bautizados en el nombre de Yahoshúa (Ro. 6:1-6).
Una vez que haya hecho esto, el creyente ya no está bajo la pena (de muerte) de la ley, sino que es el receptor potencial de la vida eterna (Ro. 6:21-23). La ley aún permanece, incluyendo el cuarto mandamiento.
lunes, 30 de noviembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
¿ES EL DOMINGO EL DIA DEL "SEÑOR"?
“Acuérdate del día de reposo para apartarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Yahwéh tu Elohim; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Yahwéh los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yahwéh bendijo el día de reposo y lo apartó” Éxodo 20:8-11
Probablemente, Éxodo 20 es uno de los pasajes más conocidos entre las comunidades de creyentes en el Mesías (junto al Salmo 23 y Juan 3:16, entre otros). La mayoría de los creyentes concuerdan en que los Diez Mandamientos son un fundamento importante para llevar una vida piadosa e íntegra ante el Creador. Ahora, si son diez los mandamientos, ¿por qué muchos sólo observan nueve, y obvian la ordenanza de guardar el día de reposo (shabat), cambiándolo por el domingo?
A través de toda la Escritura, vemos que el día señalado por Yahwéh para tener reposo e intimar con Él por medio del estudio de las Escrituras es el shabat, el cual corresponde al sábado (séptimo día) en nuestro calendario semanal. ¿Por qué? Veamos las respuestas que nos da la Escritura:
“Y acabó Elohim en el día séptimo la obra que hizo; y REPOSÓ EL DÍA SÉPTIMO de toda la obra que hizo. Y BENDIJO ELOHIM AL DÍA SÉPTIMO, y lo apartó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Génesis 2:2-3
Aquí claramente vemos que Yahwéh, desde la creación misma, bendijo y apartó el día séptimo. Si el mismo Creador, siendo el Todopoderoso, reposó en el séptimo día, ¿cuánto más nosotros? No creo que el Creador necesitara reposar; Él es Elohim Omnipotente y no necesita descanso. Más bien el escogió reposar para darnos un mensaje.
“Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.” Éxodo 16:26
Vemos en el verso anterior que Yahwéh ordena al pueblo a guardar el día de reposo cuando les suple el maná (vea el capítulo 16 completo para más detalles). Incluso, les dice que recojan doble porción durante el día sexto, pues durante el día de reposo o shabat no habría provisión. Nuevamente, ¡hasta el mismo Creador escogió reposar el séptimo día! No porque tuviera necesidad de hacerlo, sino porque quería enviar un mensaje al pueblo de Israel por medio de su ejemplo.
“Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Yahwéh, las cuales proclamaréis como apartadas convocaciones, serán estas: Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, apartada convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Yahwéh en dondequiera que habitéis.” Levítico 23:2-3
El capítulo completo de Levítico 23 nos habla acerca de las fiestas o convocaciones que Yahwéh ordenó a su pueblo celebrar (para una descripción general de éstas, consulte la reflexión "Las fiestas de Yahwéh” en nuestro blog). Mucha gente alega que estas convocaciones son solamente de los “judíos” y que no nos competen. Sin embargo, la Escritura no dice que son las “fiestas de los judíos”; son las fiestas de Yahwéh. Si decimos que somos su pueblo, debemos perseguir sus intereses, los cuales están plasmados claramente en la Escritura. Por lo que puedo percibir aquí, a Yahwéh si le interesa que su pueblo guarde el shabat, tal y como Él lo estableció. De hecho, ¡es la primera convocación establecida, según en este capítulo y el resto de las Escrituras!
“Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día apartado, y lo llamares delicia, apartado, esplendor de Yahwéh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Yahwéh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahwéh lo ha hablado.” Isaías 58:13-14
¡Qué hermosa promesa para aquellos que guardan el shabat según su Palabra! El mismo Creador nos exhorta a llamar al shabat delicia. Tal vez la idea de guardar el día de reposo resulte algo tedioso para muchos al principio. De hecho, tengo que confesar que, cuando comencé a guardar el shabat, me resultaba difícil, pues no estaba acostumbrado. Sin embargo, a medida que me fui sumergiendo en su Palabra y obedeciendo sus instrucciones, empecé a anhelar el shabat. Ahora cada semana espero con ansias la llegada de ese hermoso día; es verdaderamente una delicia.
“Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.” Isaías 56:2
Una vez más, vemos en este verso (y el resto del capítulo 56, el cual habla también sobre los extranjeros) que el Creador promete bendición para aquellos que guardan el shabat, no importando su procedencia. Podemos ver claramente aquí que esto no es sólo para los “judíos”, sino para todo aquel que entre bajo su pacto, siguiendo su Palabra.
“Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Yahwéh los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” Éxodo 31:16-17
En estos versos encontramos dos datos muy importantes. Primero, el shabat se celebrará de generación en generación, por pacto perpetuo. Algo perpetuo es algo perdurable, que se mantiene a través del tiempo, no importando lo que suceda, lo cual confirma que esta ordenanza aun está vigente. Segundo, el shabat es una señal que distingue a su pueblo. En otras palabras, aquellos que son pueblo de Yahwéh deben guardar el shabat como señal al mundo de que, efectivamente, son su pueblo.
Si el shabat es un estatuto perpetuo, ¿por qué muchos no lo guardan hoy día? He escuchado varias razones por las cuales algunos sectores han escogido no guardar el shabat, de las cuales la más común es “que Yahshúa abolió el shabat y estableció el domingo como el nuevo día para congregarse”. Sin embargo, esto es totalmente incorrecto, como veremos a continuación.
Muchos dicen que el shabat fue abolido por Yahshúa ya que el dijo que era “señor del sábado” (Marcos 2:28) y que, al resucitar domingo, él estableció ese día para recordarle. Sin embargo, ésto está muy lejos de la verdad. En primer lugar, Yahshúa NO resucitó domingo, sino durante la tarde del shabat, antes de ponerse el sol. Por otro lado, cuando Yahshúa dijo que era adón o “señor” del sábado, bajo ningún motivo estaba aboliendo el shabat como día de reposo.
Si leemos el contexto de este pasaje, esta frase fue una respuesta a los fariseos que criticaron a los discípulos por recoger espigas durante el shabat, pues tenían hambre. Yahshúa se oponía a la manera estricta e inhumana que tenían los fariseos y otros líderes religiosos de interpretar y aplicar la Torah (Ley), y éste es un vivo ejemplo de ello. En otras palabras, Yahshúa recriminó a los fariseos por poner sus dogmas de hombres por encima de la necesidad humana, y demostró la forma correcta de seguir las instrucciones dadas por Yahwéh. De hecho, ¡que mejor día para atender la necesidad humana y traer reposo a los oprimidos que el mismo día de reposo! Por último, más que abolir la observancia del shabat con esta frase, yo creo que Yahshúa estaba anunciando al mundo que ni aun la muerte lo iba a retener durante el shabat.
Por otro lado, si Yahshúa hubiese tenido en mente abolir el shabat, ¿por qué él mismo lo observó? Claramente lo dice la Escritura:
“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, CONFORME A SU COSTUMBRE, y se levantó a leer. “ Lucas 4:16
Era costumbre de Yahshúa, desde su niñez, y como toda persona de Israel, reposar el séptimo día y acudir a la sinagoga, ya sea para escuchar la exposición de las Escrituras, o para él mismo enseñar.
Luego de la muerte de Yahshúa, sus discípulos siguieron observando el shabat:
“Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.” Hechos 13:14
“Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas.” Hechos 13:42
“Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.” Hechos 15:22
Incluso, el mismo Shaúl (Pablo) guardó el shabat durante toda su vida y ministerio:
“Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.” Hechos 16:13
“Y Shaúl, COMO ACOSTUMBRABA, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Mashiaj (Ungido) padeciese, y resucitase de los muertos; y que Yahshúa, a quien yo os anuncio, decía él, es el Mashiaj (Ungido de Yahwéh).” Hechos 17:2-3
Si los discípulos y Shaúl aun guardaban el shabat durante el primer siglo, luego de la muerte de Yahshúa, ¿en qué momento se dejó de observar? La contestación la encontramos en las reformas de Constantino I. Aunque una discusión acerca de quién fue Constantino I y su influencia sobre la iglesia moderna está fuera del alcance de esta reflexión, sí les puedo asegurar que fue uno de los más grandes antisemitas de todos los tiempos, y sus imposiciones y reformas han afectado negativamente la realidad de las Escrituras hasta hoy. Citando del artículo de Wikipedia en español sobre el emperador Constantino I:
“Las leyes de Constantino mejoraron en muchas facetas las de sus predecesores, aunque también son un reflejo de una época más violenta. Algunos ejemplos de estas leyes son... EL DOMINGO FUE DECLARADO DÍA DE DESCANSO, en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas.”
De modo que no fue Yahshúa, ni los discípulos, ni Shaúl, quien abolió la observancia del shabat, sino Constantino I, quien fundó las bases del catolicismo y el cristianismo moderno. Sin embargo, como ya hemos visto a través de las Escrituras, ésto no fue lo que Yahwéh estableció en su Palabra. La observancia del domingo como “día del señor” está fundamentada en la adoración al sol, en especial el mitraísmo (adoración a la deidad Mitra) romano, lo cual nuestro Creador condena. Ni siquiera me atrevería a llamar al domingo “día de reposo”, pues la verdad es que nadie reposa como tal ese día; la mayoría de la gente asiste a la iglesia y luego siguen su día de trabajo realizando diligencias como cualquier otro día.
Para concluir, cabe mencionar que el shabat será celebrado en el reino por venir:
“Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Yahwéh, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, Y DE DÍA DE REPOSO EN DÍA DE REPOSO, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Yahwéh” Isaías 66:22-23
Si finalmente el shabat será observado en el reino venidero, ¿qué sentido hace que Yahwéh haya establecido el shabat como estatuto perpetuo en la antigüedad, para luego abolirlo a través de Yahshúa, para finalmente volverlo a restaurar? No hace sentido; más bien da una imagen errónea de un ser Supremo que no tiene firmeza en su propia palabra, o está indeciso, o no planifica su obra. ¡No, de ninguna manera! ¡Ese no es Yahwéh, el Poderoso y Fiel! Su Palabra permanece para siempre, y nunca cambia. Lo que Él dijo ayer, sigue estando vigente hoy, y permanecerá así por siempre.
De modo que, si somos su pueblo, guardemos TODOS sus mandamientos. Son una delicia para nuestra vida, y nos traen bendición y vida eterna.
“...si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.” Mateo 19:17
por Angel Candelaria
http://www.raiceshebreas.info/
Probablemente, Éxodo 20 es uno de los pasajes más conocidos entre las comunidades de creyentes en el Mesías (junto al Salmo 23 y Juan 3:16, entre otros). La mayoría de los creyentes concuerdan en que los Diez Mandamientos son un fundamento importante para llevar una vida piadosa e íntegra ante el Creador. Ahora, si son diez los mandamientos, ¿por qué muchos sólo observan nueve, y obvian la ordenanza de guardar el día de reposo (shabat), cambiándolo por el domingo?
A través de toda la Escritura, vemos que el día señalado por Yahwéh para tener reposo e intimar con Él por medio del estudio de las Escrituras es el shabat, el cual corresponde al sábado (séptimo día) en nuestro calendario semanal. ¿Por qué? Veamos las respuestas que nos da la Escritura:
“Y acabó Elohim en el día séptimo la obra que hizo; y REPOSÓ EL DÍA SÉPTIMO de toda la obra que hizo. Y BENDIJO ELOHIM AL DÍA SÉPTIMO, y lo apartó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Génesis 2:2-3
Aquí claramente vemos que Yahwéh, desde la creación misma, bendijo y apartó el día séptimo. Si el mismo Creador, siendo el Todopoderoso, reposó en el séptimo día, ¿cuánto más nosotros? No creo que el Creador necesitara reposar; Él es Elohim Omnipotente y no necesita descanso. Más bien el escogió reposar para darnos un mensaje.
“Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.” Éxodo 16:26
Vemos en el verso anterior que Yahwéh ordena al pueblo a guardar el día de reposo cuando les suple el maná (vea el capítulo 16 completo para más detalles). Incluso, les dice que recojan doble porción durante el día sexto, pues durante el día de reposo o shabat no habría provisión. Nuevamente, ¡hasta el mismo Creador escogió reposar el séptimo día! No porque tuviera necesidad de hacerlo, sino porque quería enviar un mensaje al pueblo de Israel por medio de su ejemplo.
“Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Yahwéh, las cuales proclamaréis como apartadas convocaciones, serán estas: Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, apartada convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Yahwéh en dondequiera que habitéis.” Levítico 23:2-3
El capítulo completo de Levítico 23 nos habla acerca de las fiestas o convocaciones que Yahwéh ordenó a su pueblo celebrar (para una descripción general de éstas, consulte la reflexión "Las fiestas de Yahwéh” en nuestro blog). Mucha gente alega que estas convocaciones son solamente de los “judíos” y que no nos competen. Sin embargo, la Escritura no dice que son las “fiestas de los judíos”; son las fiestas de Yahwéh. Si decimos que somos su pueblo, debemos perseguir sus intereses, los cuales están plasmados claramente en la Escritura. Por lo que puedo percibir aquí, a Yahwéh si le interesa que su pueblo guarde el shabat, tal y como Él lo estableció. De hecho, ¡es la primera convocación establecida, según en este capítulo y el resto de las Escrituras!
“Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día apartado, y lo llamares delicia, apartado, esplendor de Yahwéh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Yahwéh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahwéh lo ha hablado.” Isaías 58:13-14
¡Qué hermosa promesa para aquellos que guardan el shabat según su Palabra! El mismo Creador nos exhorta a llamar al shabat delicia. Tal vez la idea de guardar el día de reposo resulte algo tedioso para muchos al principio. De hecho, tengo que confesar que, cuando comencé a guardar el shabat, me resultaba difícil, pues no estaba acostumbrado. Sin embargo, a medida que me fui sumergiendo en su Palabra y obedeciendo sus instrucciones, empecé a anhelar el shabat. Ahora cada semana espero con ansias la llegada de ese hermoso día; es verdaderamente una delicia.
“Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.” Isaías 56:2
Una vez más, vemos en este verso (y el resto del capítulo 56, el cual habla también sobre los extranjeros) que el Creador promete bendición para aquellos que guardan el shabat, no importando su procedencia. Podemos ver claramente aquí que esto no es sólo para los “judíos”, sino para todo aquel que entre bajo su pacto, siguiendo su Palabra.
“Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Yahwéh los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” Éxodo 31:16-17
En estos versos encontramos dos datos muy importantes. Primero, el shabat se celebrará de generación en generación, por pacto perpetuo. Algo perpetuo es algo perdurable, que se mantiene a través del tiempo, no importando lo que suceda, lo cual confirma que esta ordenanza aun está vigente. Segundo, el shabat es una señal que distingue a su pueblo. En otras palabras, aquellos que son pueblo de Yahwéh deben guardar el shabat como señal al mundo de que, efectivamente, son su pueblo.
Si el shabat es un estatuto perpetuo, ¿por qué muchos no lo guardan hoy día? He escuchado varias razones por las cuales algunos sectores han escogido no guardar el shabat, de las cuales la más común es “que Yahshúa abolió el shabat y estableció el domingo como el nuevo día para congregarse”. Sin embargo, esto es totalmente incorrecto, como veremos a continuación.
Muchos dicen que el shabat fue abolido por Yahshúa ya que el dijo que era “señor del sábado” (Marcos 2:28) y que, al resucitar domingo, él estableció ese día para recordarle. Sin embargo, ésto está muy lejos de la verdad. En primer lugar, Yahshúa NO resucitó domingo, sino durante la tarde del shabat, antes de ponerse el sol. Por otro lado, cuando Yahshúa dijo que era adón o “señor” del sábado, bajo ningún motivo estaba aboliendo el shabat como día de reposo.
Si leemos el contexto de este pasaje, esta frase fue una respuesta a los fariseos que criticaron a los discípulos por recoger espigas durante el shabat, pues tenían hambre. Yahshúa se oponía a la manera estricta e inhumana que tenían los fariseos y otros líderes religiosos de interpretar y aplicar la Torah (Ley), y éste es un vivo ejemplo de ello. En otras palabras, Yahshúa recriminó a los fariseos por poner sus dogmas de hombres por encima de la necesidad humana, y demostró la forma correcta de seguir las instrucciones dadas por Yahwéh. De hecho, ¡que mejor día para atender la necesidad humana y traer reposo a los oprimidos que el mismo día de reposo! Por último, más que abolir la observancia del shabat con esta frase, yo creo que Yahshúa estaba anunciando al mundo que ni aun la muerte lo iba a retener durante el shabat.
Por otro lado, si Yahshúa hubiese tenido en mente abolir el shabat, ¿por qué él mismo lo observó? Claramente lo dice la Escritura:
“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, CONFORME A SU COSTUMBRE, y se levantó a leer. “ Lucas 4:16
Era costumbre de Yahshúa, desde su niñez, y como toda persona de Israel, reposar el séptimo día y acudir a la sinagoga, ya sea para escuchar la exposición de las Escrituras, o para él mismo enseñar.
Luego de la muerte de Yahshúa, sus discípulos siguieron observando el shabat:
“Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.” Hechos 13:14
“Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas.” Hechos 13:42
“Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.” Hechos 15:22
Incluso, el mismo Shaúl (Pablo) guardó el shabat durante toda su vida y ministerio:
“Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.” Hechos 16:13
“Y Shaúl, COMO ACOSTUMBRABA, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Mashiaj (Ungido) padeciese, y resucitase de los muertos; y que Yahshúa, a quien yo os anuncio, decía él, es el Mashiaj (Ungido de Yahwéh).” Hechos 17:2-3
Si los discípulos y Shaúl aun guardaban el shabat durante el primer siglo, luego de la muerte de Yahshúa, ¿en qué momento se dejó de observar? La contestación la encontramos en las reformas de Constantino I. Aunque una discusión acerca de quién fue Constantino I y su influencia sobre la iglesia moderna está fuera del alcance de esta reflexión, sí les puedo asegurar que fue uno de los más grandes antisemitas de todos los tiempos, y sus imposiciones y reformas han afectado negativamente la realidad de las Escrituras hasta hoy. Citando del artículo de Wikipedia en español sobre el emperador Constantino I:
“Las leyes de Constantino mejoraron en muchas facetas las de sus predecesores, aunque también son un reflejo de una época más violenta. Algunos ejemplos de estas leyes son... EL DOMINGO FUE DECLARADO DÍA DE DESCANSO, en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas.”
De modo que no fue Yahshúa, ni los discípulos, ni Shaúl, quien abolió la observancia del shabat, sino Constantino I, quien fundó las bases del catolicismo y el cristianismo moderno. Sin embargo, como ya hemos visto a través de las Escrituras, ésto no fue lo que Yahwéh estableció en su Palabra. La observancia del domingo como “día del señor” está fundamentada en la adoración al sol, en especial el mitraísmo (adoración a la deidad Mitra) romano, lo cual nuestro Creador condena. Ni siquiera me atrevería a llamar al domingo “día de reposo”, pues la verdad es que nadie reposa como tal ese día; la mayoría de la gente asiste a la iglesia y luego siguen su día de trabajo realizando diligencias como cualquier otro día.
Para concluir, cabe mencionar que el shabat será celebrado en el reino por venir:
“Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Yahwéh, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, Y DE DÍA DE REPOSO EN DÍA DE REPOSO, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Yahwéh” Isaías 66:22-23
Si finalmente el shabat será observado en el reino venidero, ¿qué sentido hace que Yahwéh haya establecido el shabat como estatuto perpetuo en la antigüedad, para luego abolirlo a través de Yahshúa, para finalmente volverlo a restaurar? No hace sentido; más bien da una imagen errónea de un ser Supremo que no tiene firmeza en su propia palabra, o está indeciso, o no planifica su obra. ¡No, de ninguna manera! ¡Ese no es Yahwéh, el Poderoso y Fiel! Su Palabra permanece para siempre, y nunca cambia. Lo que Él dijo ayer, sigue estando vigente hoy, y permanecerá así por siempre.
De modo que, si somos su pueblo, guardemos TODOS sus mandamientos. Son una delicia para nuestra vida, y nos traen bendición y vida eterna.
“...si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.” Mateo 19:17
por Angel Candelaria
http://www.raiceshebreas.info/
jueves, 26 de noviembre de 2009
LA LEY Y LA GRACIA
Otro malentendido común en la iglesia hoy día es el concepto de que la Torah y la gracia son ideas mutuamente excluyentes. Por ejemplo un autor escribe: «Un creyente no puede estar bajo la ley y bajo la gracia al mismo tiempo.» (El Plan de Dios de los Siglos; Louis T. Tallbot; 1970; p. 83)
Ahora vamos a ser nobles bereanos para ver si esto es cierto. Preguntémonos: ¿cómo se salvaba la gente en tiempos del «Antiguo Testamento»? ¿se salvaban por obras o por gracia? El hecho es que cuando Pablo habla de cómo somos salvos por gracia mediante la fe a menudo cita del Tanakh para probar su punto. Dos de sus textos de prueba favoritos para este concepto son del Tanakh: «Y él le creyó a YHWH; y se lo contó por justicia.» (Gn. 15:6 = Rm. 4:3, 22; Gl. 3:6) y «...el justo vivirá por la fe.» (Hab. 2:4 = Rm. 1:17; Gl. 3:11)
Así que está argumentando con base en el Tanakh que uno se salva por fe solamente aparte de las obras. De hecho, la pura verdad es que los hombres de los tiempos del «Antiguo Testamento» estaban bajo la gracia tanto como nosotros hoy día:
* «Pero Nóaj halló gracia a los ojos de YHWH.» (Gn. 6:8)
* «tú también has hallado gracia a mi vista … pues has ganado gracia a mi vista» (Ex. 33:12,17)
* «...y ahora he hallado gracia a tu vista...» (Jue. 6:17)
* «El pueblo hallo gracia en el desierto...» (Jer. 31:2)
Así como nobles bereanos hemos aprendido del Tanakh que la gente en tiempos del «Antiguo Testamento» se salvaban por gracia mediante la fe. No habrían podido hallar su salvación de manera diferente a la que hallamos hoy día, como escribe Pablo:
«Sabiendo que el hombre no se justifica por obras de la ley, sino por la fe de Yahoshúa el Mesías, y aun nosotros hemos creído en Yahoshúa el Mesías, para que seamos justificados por la fe del Mesías, y no por obras de la ley; pues por las obras de la ley ninguna carne será salva.» (Gl. 2:16)
De hecho, el «Nuevo Testamento» contiene más mandamientos que el «Antiguo Testamento». Los Escritos Nazarenos contienen 1050 mandamientos [como se muestran, por ejemplo, en «Dake's Annotated Reference Bible» por Finnis Jennings Dake; N.T. págs.313-316] mientas que la «Ley Mosaica» en el «Antiguo Testamento» contiene sólo 613 (b.Makkot 23b). Así que la fe y la gracia están en el «Antiguo Testamento» y la ley y las obras se encuentran en el «Nuevo Testamento». La gente en tiempos del Tanakh se salvaba por gracia mediante la fe tanto como la gente en tiempos de los Escritos Nazarenos.
Ahora, muchos anomianistas concordarán con este hecho en la superficie, pero sigamos este pensamiento hasta la más plena conclusión. Vayamos más allá de la superficie y verdaderamente pensémoslo bien. Si lo que hemos demostrado ser cierto es cierto, entonces la gente en el desierto en los días de Moisés se salvaban por gracia mediante la fe. Ahora vemos el pleno impacto de esa afirmación. ¡Eso significa que la gente estaba bajo la gracia, y se salvaban por la fe solamente y no por las obras, cuando Moisés estaba apedreando personas hasta morir por violar la Torah! Obviamente, entonces ser salvo por gracia mediante la fe de ninguna manera afecta la observancia de la Torah.
Así que si la gracia y la fe no niegan la observancia de la Torah, entonces ¿cuál es la verdadera naturaleza de la fe y la gracia? ¿Qué es fe? ¿Qué es gracia? Tornémonos nuevamente a las Escrituras para la respuesta.
Ahora, parte de la razón por la que muchas personas han venido a pensar que hay más «gracia» en los Escritos Nazarenos que en el Tanakh es un prejuicio de traducción en la versión Reina-Valera y en muchas otras versiones españolas.
Hay dos palabras para «gracia» en el Tanakh hebreo. La primera palabra es «Jen» (Strong 2580/2581) que significa «gracia o encanto». La otra palabra es «Jésed» (Strong 2616/2617) que conlleva el significado de «gracia, misericordia o favor inmerecido». Estas dos palabras son estrechos paralelos en significado de las dos palabras griegas en la Biblia Griega. Estas son «Járis» (Strong 5485/5463) que significa «gracia o encanto» y «Éleos» (Strong 1651/1653) que significa «gracia, misericordia o favor no-debido». Obviamente el hebreo «Jen» = griego «Járis» y el hebreo «Jésed» = griego «Éleos».
Ahora, note que que la RV tiende a traducir «Jen»/«Jaris» como «gracia» pero tiende a traducir «Jésed»/«Éleos» como «misericordia». Ahora bien, cuando pensamos en «gracia» en términos bíblicos usualmente pensamos en el concepto de «Jésed»/«Éleos» «favor no-debido».
Ahora, si seguimos el esquema de traducción de la RV entonces parece que hay mucha más gracia en los Escritos Nazarenos que en el Tanakh, ya que «Jen» aparece sólo 70 veces en el Tanakh mientras que «Járis» aparece 233 veces en los Escritos Nazarenos. Pero recuerde, el concepto de «favor no-debido» es, en realidad, «Jésed» o «Éleos». «Jésed» aparece 251 veces en el Tanakh, mientras que «Éleos» aparece sólo 50 veces en los Escritos Nazarenos. En todo caso hay mucha más «gracia» en el Tanakh que en los Escritos Nazarenos.
Ahora, volvámonos al Tanakh para obtener un mejor entendimiento de lo que es en realidad la gracia. Según las Escrituras hay una estrecha conexión entre «la gracia» y «el temor de YHWH»:
* «Porque tan alto como están los cielos sobre la tierra, así de grande es su gracia («Jésed») sobre los que le temen.» (Sal. 103:11)
* «Que los que temen a YHWH digan: «Su gracia («Jésed») es eterna.»» (Sal. 118:4)
* «Por gracia («Jésed») y verdad se expía la iniquidad, y por el temor de YHWH uno se mantiene alejado del mal.» (Pr. 16:6)
Y el temor de YHWH, según el Tanakh, incluye la observancia de la Torah:
* «...para que aprenda el temor de YHWH su Poderoso, a guardar todas las palabras de esta Torah y estos estatutos, para ponerlos por obra.» (Dt. 17:19)
* «...para que oigan, y que aprendan, y teman a YHWH tu Poderoso, y observen para practicar todas las palabras de esta Torah.» (Dt. 31:12)
Por lo tanto, claramente no hay conflicto entre la gracia y la Torah. De hecho, la Torah está estrechamente relacionada con la gracia.
La siguiente palabra que examinaremos es la «fe». La palabra hebrea es «Emunáh». Emunáh puede significar «creencia, fe o confianza» y se traduce mejor como «fidelidad que confía». Cuando hablamos de «fe» en YHWH no estamos simplemente hablando de «creencia» sino de «fidelidad que confía».
Si alguien le preguntara a usted si usted es fiel a su cónyuge, usted no le contestaría: «Sí, yo creo que mi cónyuge existe». Es porque claramente el asunto no es en qué usted cree sino si usted es fiel. Imagine a un hombre que se pasa toda la noche cometiendo adulterio con varias mujeres. Cada noche viene a su casa a su esposa y le dice cuánto la quiere, e insiste en que cómo él cree en la existencia de ella por eso él le es fiel a ella. ¿Ese fiel este hombre a su esposa? ¡Absolutamente no! Este entendimiento se nos confirma en las Escrituras como sigue: «Elimina de mí el falso camino, y generosamente concédeme tu Torah. He escogido el camino de la fe; he puesto tu ordenanza delante de mí.» (Sal. 119:29-30)
Ahora quiero hacer claro que no estamos diciendo que gana su propia salvación observar la Torah. A veces me han preguntado: «¿Tengo que guardar la Torah para ser salvo?» Yo respondo: «Por supuesto que no... ¿Tiene usted que estar limpio para tomar un baño?»
Usted pudiera preguntar: «Bueno, si no guardo la Torah para salvación, entonces ¿por qué observamos la Torah?» Primero que todo, observar la Torah muestra nuestra fe (Tit. 3:5-8; 1 Jn. 2:3-7; Stg. 2:14-26). En Segundo lugar, hay recompensas por guardar la Torah (Tit. 3:8). El Salmista nos dice que ella «restaura el alma» (Sal. 19:7).
Yahoshúa promete que los que guardan la Torah y enseñan a otros a hacerlo serán llamados primeros en el Reino del cielo (Mt. 5:19). Adicionalmente, a los judíos que guardan la Torah Mosaica se les da una larga lista de otras promesas (Dt. 28). Ahora bien, si la Torah es Buena y Eterna, entonces es solo razonable que debe ser observada. Pablo nos dice que no debemos usar la gracia como excusa para pecar (Ro. 6:1-2, 15) y que la única manera de saber lo que es pecado es mediante la Torah (Ro. 7:7). Yahoshúa nos dice que si lo amamos guardaremos su mandamientos (Jn. 14:15, 21, 23-25; 15:10). El hecho de que somos salvos por fe es precisamente la razón por la que debemos observar la Torah, como nos dice la Escritura: «...no por obras de justicia que hayamos hecho, sino según su misericordia Él nos salvó, por el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu de Santidad, que él derramó sobre nosotros abundantemente mediante Yahoshúa el Mesías nuestro Salvador, para que habiendo sido justificados por su gracia llegáramos a ser herederos según la esperanza de vida eterna. Este es dicho fiel, y quiero que ustedes afirmen constantemente que los que han creído en Elohim deben ser cuidadosos de mantener buenas obras. Estas cosas son buenas y provechosas para los hombres.» (Tit. 3:5-8)
«Y en esto sabemos que lo conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, verdaderamente el amor de Elohim se perfecciona en él. En esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo. Hermanos, no les escribo un mandamiento Nuevo, sino el antiguo mandamiento que ustedes han tenido desde el principio. El antiguo mandamiento es la palabra que ustedes oyeron desde el principio.» (1 Jn. 2:3-7)
«…ellos (los nazarenos) son simplemente judíos completos ... No tienen ideas diferentes, sino que confiesan todo exactamente como lo proclama la Torah y en el estilo judío - excepto por su fe en el Mesías ...» — Epifanio; Panarión 29
Fuente:http://mesianicos.blogspot.com
Ahora vamos a ser nobles bereanos para ver si esto es cierto. Preguntémonos: ¿cómo se salvaba la gente en tiempos del «Antiguo Testamento»? ¿se salvaban por obras o por gracia? El hecho es que cuando Pablo habla de cómo somos salvos por gracia mediante la fe a menudo cita del Tanakh para probar su punto. Dos de sus textos de prueba favoritos para este concepto son del Tanakh: «Y él le creyó a YHWH; y se lo contó por justicia.» (Gn. 15:6 = Rm. 4:3, 22; Gl. 3:6) y «...el justo vivirá por la fe.» (Hab. 2:4 = Rm. 1:17; Gl. 3:11)
Así que está argumentando con base en el Tanakh que uno se salva por fe solamente aparte de las obras. De hecho, la pura verdad es que los hombres de los tiempos del «Antiguo Testamento» estaban bajo la gracia tanto como nosotros hoy día:
* «Pero Nóaj halló gracia a los ojos de YHWH.» (Gn. 6:8)
* «tú también has hallado gracia a mi vista … pues has ganado gracia a mi vista» (Ex. 33:12,17)
* «...y ahora he hallado gracia a tu vista...» (Jue. 6:17)
* «El pueblo hallo gracia en el desierto...» (Jer. 31:2)
Así como nobles bereanos hemos aprendido del Tanakh que la gente en tiempos del «Antiguo Testamento» se salvaban por gracia mediante la fe. No habrían podido hallar su salvación de manera diferente a la que hallamos hoy día, como escribe Pablo:
«Sabiendo que el hombre no se justifica por obras de la ley, sino por la fe de Yahoshúa el Mesías, y aun nosotros hemos creído en Yahoshúa el Mesías, para que seamos justificados por la fe del Mesías, y no por obras de la ley; pues por las obras de la ley ninguna carne será salva.» (Gl. 2:16)
De hecho, el «Nuevo Testamento» contiene más mandamientos que el «Antiguo Testamento». Los Escritos Nazarenos contienen 1050 mandamientos [como se muestran, por ejemplo, en «Dake's Annotated Reference Bible» por Finnis Jennings Dake; N.T. págs.313-316] mientas que la «Ley Mosaica» en el «Antiguo Testamento» contiene sólo 613 (b.Makkot 23b). Así que la fe y la gracia están en el «Antiguo Testamento» y la ley y las obras se encuentran en el «Nuevo Testamento». La gente en tiempos del Tanakh se salvaba por gracia mediante la fe tanto como la gente en tiempos de los Escritos Nazarenos.
Ahora, muchos anomianistas concordarán con este hecho en la superficie, pero sigamos este pensamiento hasta la más plena conclusión. Vayamos más allá de la superficie y verdaderamente pensémoslo bien. Si lo que hemos demostrado ser cierto es cierto, entonces la gente en el desierto en los días de Moisés se salvaban por gracia mediante la fe. Ahora vemos el pleno impacto de esa afirmación. ¡Eso significa que la gente estaba bajo la gracia, y se salvaban por la fe solamente y no por las obras, cuando Moisés estaba apedreando personas hasta morir por violar la Torah! Obviamente, entonces ser salvo por gracia mediante la fe de ninguna manera afecta la observancia de la Torah.
Así que si la gracia y la fe no niegan la observancia de la Torah, entonces ¿cuál es la verdadera naturaleza de la fe y la gracia? ¿Qué es fe? ¿Qué es gracia? Tornémonos nuevamente a las Escrituras para la respuesta.
Ahora, parte de la razón por la que muchas personas han venido a pensar que hay más «gracia» en los Escritos Nazarenos que en el Tanakh es un prejuicio de traducción en la versión Reina-Valera y en muchas otras versiones españolas.
Hay dos palabras para «gracia» en el Tanakh hebreo. La primera palabra es «Jen» (Strong 2580/2581) que significa «gracia o encanto». La otra palabra es «Jésed» (Strong 2616/2617) que conlleva el significado de «gracia, misericordia o favor inmerecido». Estas dos palabras son estrechos paralelos en significado de las dos palabras griegas en la Biblia Griega. Estas son «Járis» (Strong 5485/5463) que significa «gracia o encanto» y «Éleos» (Strong 1651/1653) que significa «gracia, misericordia o favor no-debido». Obviamente el hebreo «Jen» = griego «Járis» y el hebreo «Jésed» = griego «Éleos».
Ahora, note que que la RV tiende a traducir «Jen»/«Jaris» como «gracia» pero tiende a traducir «Jésed»/«Éleos» como «misericordia». Ahora bien, cuando pensamos en «gracia» en términos bíblicos usualmente pensamos en el concepto de «Jésed»/«Éleos» «favor no-debido».
Ahora, si seguimos el esquema de traducción de la RV entonces parece que hay mucha más gracia en los Escritos Nazarenos que en el Tanakh, ya que «Jen» aparece sólo 70 veces en el Tanakh mientras que «Járis» aparece 233 veces en los Escritos Nazarenos. Pero recuerde, el concepto de «favor no-debido» es, en realidad, «Jésed» o «Éleos». «Jésed» aparece 251 veces en el Tanakh, mientras que «Éleos» aparece sólo 50 veces en los Escritos Nazarenos. En todo caso hay mucha más «gracia» en el Tanakh que en los Escritos Nazarenos.
Ahora, volvámonos al Tanakh para obtener un mejor entendimiento de lo que es en realidad la gracia. Según las Escrituras hay una estrecha conexión entre «la gracia» y «el temor de YHWH»:
* «Porque tan alto como están los cielos sobre la tierra, así de grande es su gracia («Jésed») sobre los que le temen.» (Sal. 103:11)
* «Que los que temen a YHWH digan: «Su gracia («Jésed») es eterna.»» (Sal. 118:4)
* «Por gracia («Jésed») y verdad se expía la iniquidad, y por el temor de YHWH uno se mantiene alejado del mal.» (Pr. 16:6)
Y el temor de YHWH, según el Tanakh, incluye la observancia de la Torah:
* «...para que aprenda el temor de YHWH su Poderoso, a guardar todas las palabras de esta Torah y estos estatutos, para ponerlos por obra.» (Dt. 17:19)
* «...para que oigan, y que aprendan, y teman a YHWH tu Poderoso, y observen para practicar todas las palabras de esta Torah.» (Dt. 31:12)
Por lo tanto, claramente no hay conflicto entre la gracia y la Torah. De hecho, la Torah está estrechamente relacionada con la gracia.
La siguiente palabra que examinaremos es la «fe». La palabra hebrea es «Emunáh». Emunáh puede significar «creencia, fe o confianza» y se traduce mejor como «fidelidad que confía». Cuando hablamos de «fe» en YHWH no estamos simplemente hablando de «creencia» sino de «fidelidad que confía».
Si alguien le preguntara a usted si usted es fiel a su cónyuge, usted no le contestaría: «Sí, yo creo que mi cónyuge existe». Es porque claramente el asunto no es en qué usted cree sino si usted es fiel. Imagine a un hombre que se pasa toda la noche cometiendo adulterio con varias mujeres. Cada noche viene a su casa a su esposa y le dice cuánto la quiere, e insiste en que cómo él cree en la existencia de ella por eso él le es fiel a ella. ¿Ese fiel este hombre a su esposa? ¡Absolutamente no! Este entendimiento se nos confirma en las Escrituras como sigue: «Elimina de mí el falso camino, y generosamente concédeme tu Torah. He escogido el camino de la fe; he puesto tu ordenanza delante de mí.» (Sal. 119:29-30)
Ahora quiero hacer claro que no estamos diciendo que gana su propia salvación observar la Torah. A veces me han preguntado: «¿Tengo que guardar la Torah para ser salvo?» Yo respondo: «Por supuesto que no... ¿Tiene usted que estar limpio para tomar un baño?»
Usted pudiera preguntar: «Bueno, si no guardo la Torah para salvación, entonces ¿por qué observamos la Torah?» Primero que todo, observar la Torah muestra nuestra fe (Tit. 3:5-8; 1 Jn. 2:3-7; Stg. 2:14-26). En Segundo lugar, hay recompensas por guardar la Torah (Tit. 3:8). El Salmista nos dice que ella «restaura el alma» (Sal. 19:7).
Yahoshúa promete que los que guardan la Torah y enseñan a otros a hacerlo serán llamados primeros en el Reino del cielo (Mt. 5:19). Adicionalmente, a los judíos que guardan la Torah Mosaica se les da una larga lista de otras promesas (Dt. 28). Ahora bien, si la Torah es Buena y Eterna, entonces es solo razonable que debe ser observada. Pablo nos dice que no debemos usar la gracia como excusa para pecar (Ro. 6:1-2, 15) y que la única manera de saber lo que es pecado es mediante la Torah (Ro. 7:7). Yahoshúa nos dice que si lo amamos guardaremos su mandamientos (Jn. 14:15, 21, 23-25; 15:10). El hecho de que somos salvos por fe es precisamente la razón por la que debemos observar la Torah, como nos dice la Escritura: «...no por obras de justicia que hayamos hecho, sino según su misericordia Él nos salvó, por el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu de Santidad, que él derramó sobre nosotros abundantemente mediante Yahoshúa el Mesías nuestro Salvador, para que habiendo sido justificados por su gracia llegáramos a ser herederos según la esperanza de vida eterna. Este es dicho fiel, y quiero que ustedes afirmen constantemente que los que han creído en Elohim deben ser cuidadosos de mantener buenas obras. Estas cosas son buenas y provechosas para los hombres.» (Tit. 3:5-8)
«Y en esto sabemos que lo conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, verdaderamente el amor de Elohim se perfecciona en él. En esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo. Hermanos, no les escribo un mandamiento Nuevo, sino el antiguo mandamiento que ustedes han tenido desde el principio. El antiguo mandamiento es la palabra que ustedes oyeron desde el principio.» (1 Jn. 2:3-7)
«…ellos (los nazarenos) son simplemente judíos completos ... No tienen ideas diferentes, sino que confiesan todo exactamente como lo proclama la Torah y en el estilo judío - excepto por su fe en el Mesías ...» — Epifanio; Panarión 29
Fuente:http://mesianicos.blogspot.com
miércoles, 25 de noviembre de 2009
CARTA QUE TODO CRISTIANO DEBE LEER!!!!

Hermanos:
Quienes crecimos en familias profesantes de la religión cristiana, sean cuales fueren las organizaciones en si: Catolicismo Romano, Cristianismo Evangélico, Adventistas del Séptimo Día, Mormones, Pentecostales, Creciendo en Gracia, Testigos de Jehová, etc. Muchas de estas enseñanzas son que Jesucristo es el Cristo que padeció en la cruz, hace cerca de dos mil años; que es el prometido en el llamado Antiguo Testamento, que fundo la religión cristiana, que es la segunda persona de la Trinidad Divina; que es Dios, que fue rechazado por los judíos, y que conquistó los corazones de millones de personas en lo siglos que siguieron a los apóstoles, bautizándose en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para ser hijos de Dios.
En la medida que ahondamos en el conocimiento de las escrituras, vemos que comienzan a aparecer diferencias entre Jesucristo, y el Mesías Hebreo que padeció en el madero: Yahshua. Las iconografías, símbolos, prejuicios, y la cultura grecorromana, nos han influido para sistemáticamente aceptar ciertas doctrinas, y rechazar otras.
La misma base de las buenas nuevas de la redención, han sido alteradas desde los primeros siglos, enseñándose y aceptándose que el Cristo padeció un Viernes Santo, y resucitó en Domingo. Esto es imposible que tuviera lugar, puesto que al menos Yahshua (Jesus), el enviado e Hijo de Yahweh (Jehova), dijo claro que debía estar en el corazón de la tierra (muerto) durante tres días y tres noches; y estos son literales, es decir 72 horas. Por ello padeció en miércoles, el día 14 del mes Primero.
Si Jesucristo estuvo dos noches muerto, falleciendo en viernes para resucitar en domingo ¿Cómo es que él dijo que estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra, así como el profeta Jonas? ¿Si la base de la fe, son la buenas nuevas de la redención, y a su vez se basan en la muerte y resurrección del Mesias, quién resucitó según lo planificado por Elohim (Dios), cómo se puede enseñar una doctrina diferente? Tras ver el origen de las fechas de la Semana Santa Cristiana, vemos que dicho Viernes Santo coincide con primer viernes, luna llena siguiente al equinoccio de primavera, esto es, está en función del culto al Sol, no en función de la escritura. La Deidad Solar Mitras, cuyo culto imperaba en los primeros dos siglos luego del Mesias, era común en el Imperio Romano, quien se dice resucitó en domingo.
Mr. 16:9 dice otra cosa si cambiamos de lugar la coma, según las traducciones, pues nos dice que resucitado, el primer día de la semana apareció a Miryam de Magdala.
En realidad Yahshua había resucitado el día anterior, es decir, al finalizar el shabat, solo que las mujeres reposaron conforme al mandamiento, y fueron a la tumba el domingo.
Suele decirse que no importa cual día consideremos que resucitó el Mesias. Si creemos en un Mesias que murió y resucitó en tiempos diferentes, estamos procurando quebrantar la escritura (y no puede serlo), y creyendo en una falsa resurrección, pues de la resurrección del Mesias depende el rescate, tal cual ya comentamos. Si Yahshua dijo que debía estar tres días y tres noches muerto (en el corazón de la tierra), y enseñamos que muere en viernes, para resucitar en domingo, le ponemos por mentiroso, pues ya no son tres días y tres noches.
Y estos tres días y tres noches, son un testimonio que Elohim da al hombre, así como dio testimonio dejando tres días y tres noches a Yônâh en el vientre del pez gigante:
(Mateo 12:40): “Porque así como tres días y tres noches estuvo Jonas en el vientre de un pez grande, también tres días y tres noches estará el Hijo de Hombre en el corazón de la tierra.”
Veamos que dijo quien hizo oficial el cambio de la fecha, Constantino:
…Nos ha parecido a todos que sería algo indigno guardar esta tradición de la más alta solemnidad, siguiendo la costumbre de aquellos judíos inmundos y miserables, quienes habiendo manchado sus manos con tan horrible crimen, están además totalmente ciegos en sus mentes. Es correcto entonces que, rechazando las prácticas de ese pueblo, nosotros perpetuemos a todas las futuras generaciones, la celebración de este rito en un orden más legítimo y así no tengamos nada en común con esa chusma de judíos… como es necesario entonces, debemos enmendar esto para no tener nada compartido con las costumbre de aquellos parricidas y asesinos de nuestro Señor; por lo tanto, como la forma más apropiada ha sido establecida por todas las Iglesias occidentales también como por las norteñas y sureñas y algunas orientales, ha sido decidido que esto sea así y yo mismo me he prometido que este arreglo tenga vuestra aprobación, o sea, que la costumbre que prevalezca esté en armonía con la de la ciudad de Roma y a través de todas… y así no tener ningún tipo de relaciones con estos judíos perjuros… (Eusebio, “Life of Constantino” 3:18,19. Grand rapids, Michigan, 1979).
Es decir, la institucionalización de la fecha fue decretada por un emperador romano, pues le pareció que no podía observarse la fecha según la forma que ordena la Tôrâh (Ley). Aquel individuo tenía total autoridad en materia religiosa en el mundo pagano.
Estos cambios ignoran el testimonio del Creador, y respecto de lo cual se nos dice en la Escritura:
(Romanos 3:4): “Sea Elohim verdadero y todo hombre mentiroso”
Es decir, si aún toda la humanidad dijera una cosa, y Elohim otra, con toda certeza miente la humanidad, pues Elohim no miente.
Y así aparecen otras discrepancias, en la medida que analizamos a Jesús, cotejándolo con el Yahshua hebreo: Se nos enseñó que Jesús es una traducción, o una forma en español, o transliteración para referirnos al Mesias hebreo. Vemos que Iesous en griego es una mala transliteración del nombre hebreo, resultando en una deformación. Yahshua significa Yahweh [es] liberación/salvación. Iesous no significa esto; de hecho en español, Jesús, al ser oído en hebreo se entiende como: "Miren un caballo" (Je: He aquí/Miren; Sus: Caballo, corcel, golondrina), esto puede ser corroborado en el diccionario de concordancia: #1.887, y #5.483.
Desde las copias en griego, se sustituyó el nombre qôdesh por la palabra kurios, es decir, el título Señor. Todo esto se justifica diciendo que es lo mismo, o que no se sabe cual es exactamente su nombre. Si usted es católico o pentecostal, sabrá que en sus congregaciones se enseña que “Dios” hace milagros mediante la Virgen, los Santos, la transubstanciación del pan y el vino, y lanza a personas metros hacia atrás de los pastores, cuando estos dan un manotazo; o bien se dice que cura a las personas. Ante tanto prodigio ¿No revelaría su nombre a sus hijos, máxime siendo un mandamiento expreso de él mismo?
(Joel 2.32): “Todo el que invoque el nombre de Yahweh será rescatado.”
¿Cómo puede el Creador estar obrando prodigios y milagros tan grandes, si se han olvidado de nombre de Él, y aún han cambiado el concepto, creando así una Trinidad u otras variantes? El Salmo 44 habla que Elohim reclama haberse olvidado de su nombre, con todo lo que ello implica.
Inclusive, supuestamente, a Joseph Smith se le aparecieron el Padre y el Hijo mismo (el Padre jamás puede ser visto ) ¿Cómo no enseñó a restaurar su nombre, para así poder invocarle? Si usted es mormón o adventista, sabrá que su congregación cuenta supuestamente con gran cantidad de revelaciones. La Torah nos da testimonio del Angel de Elohim apareciendo a los hombres (de allí que veían a Elohim mismo, pues el nombre del Creador estaba en dicho angel).
La Escritura dice que el Creador tiene un nombre, ya que Elohim y muchos otros son títulos, no el Nombre; y que este nombre no puede ser cambiado; que ese nombre sería su memorial para siempre (Exodo 3:14-15). Tampoco se enseña que sea una Trinidad de tres en uno, y que el Mesias sea la segunda persona de dicha Trinidad. Yahshua mismo enseña que su Padre es el único Elohim verdadero (Juan 17:3); siendo el que llaman Espíritu Santo, la rûaj/el espíritu de Elohim, pero no una persona diferente. Cuando nos referimos al espíritu de una persona humana, en ninguna manera lo hacemos a una persona diferente dentro de un mismo ser, sino que es el aliento vital, o la fuerza que moviliza dicha persona, y que imprime su carácter y proceder en el entorno, movilizando sus obras, pensamientos y corazón. Lo mismo es con Elohim, solo que este es el Espiritu Santo. Estar ante, o en este poder, es estar ante Elohim mismo, pues es él actuando en su creación (II Corintios 3:17).
Inclusive la palabra Dios está tomada directamente del griego, y es genitivo y nombre personal de Zeus. Cuando digo dios, estoy diciendo “de Zeus”; así por ejemplo Castor y Pólux en griego se los llama los Dioskuri ¿Cómo puede ser el Creador de Zeus? ¿Cómo puede usarse un genitivo de Zeus, y decir que no se sabe cual es el nombre del Creador, como a menudo se argumenta? Inclusive el mismo Catolicismo Romano, y el judaísmo bajo la prohibición rabínica de pronunciar el nombre, admiten que el Creador tiene un nombre propio, pero no lo usan, cuando es mandamiento expreso hacerlo como ya vimos. El judaísmo en gran medida ha caído también en el uso de estos términos como el mencionado Dios, y otros.
Según el cristianismo, evangelio es una palabra correcta para hacer referencia a las buenas nuevas, pues eso proviene del griego evangelion, y significa también buena nueva, anuncio. Apóstol es una palabra correcta para hacer referencia a un emisario, pues eso proviene del griego apostolos, y significa también enviado, delegado. Iglesia es una palabra correcta para hacer referencia a una congregación, pues eso proviene del griego ekklesia, y significa también congregación, asamblea.
Siguiendo ese razonamiento, entonces:
“¿Dios es una palabra correcta para hacer referencia a un Elohim/poderoso (incluyendo al Creador), pues eso proviene del griego dios (de Zeus), y significa también poderoso?”
No significa poderoso, sino que es de Zeus, y ese es el nombre de la deidad pagana: Júpiter (Iovis Pater) para los romanos. Vemos así que llegamos a una conclusión enteramente blasfema.
La Navidad, celebrada el 25 de diciembre, no conmemora el nacimiento de Yahshua; es más, ningún creyente del siglo I festejó nunca el nacimiento de Yahshua, menos aún un 25 de diciembre, fecha en la cual el mundo pagano hacía celebración del nacimiento del Sol ¿Cómo puede decirse que el Mesias verdadero nació en el mismo día que el Sol, en el solsticio de invierno? El cambio del día de precepto del sábado al domingo, también tiene que ver con la alteración de estos tiempos, pues en domingo es cuando se convocaban para el culto al Sol en el Imperio Romano.
¿Qué sucedió entonces: Hubo una conversión genuina de parte del Imperio Romano al Mesias de Elohim, o sencillamente formaron una nueva religión, despojándose de todo lo hebreo, y acomodando todo a una nueva forma de culto con base en el mismo paganismo?
Las evidencias muestran esto último fue lo que aconteció.
Como se puede apreciar, tanto la Semana Santa, como el culto en Domingo (Latín: Dominicus ; Inglés: SunDay ), así también como la Navidad, son fechas que no tienen nada que ver con la Tôrâh, al menos en el marco de la sana doctrina.
Seguramente usted a leer esto se le cruza por el pensamiento decir judaizante. Aun hasta el concepto de judaizar está cambiado. El término aparece en la carta de Pablo a los gálatas, cuando éste reprende a Pedro en Antioquía. En aquella instancia se apartaba de compartir con los gentiles, cuando llegaron partidarios de la circuncisión. Esta gente de la circuncisión predicaba que para ser salvo había que circuncidarse, poniendole condiciones a la salvacion, y ese es el objeto de la carta de Pablo a los gálatas: Reprender a quienes pensaban que la justicia era por las obras de la Tôrâh, pues por las obras de la Tôrâh nadie será justificado, aunque sea la norma de vida y creencia para el pueblo de Elohim, sino que la justicia es solo por la fe. Al apartarse Pedro, en su simulación, daba el siguiente mensaje a los gentiles: Si no se circuncidan no podemos comer juntos. Sin embargo esto no es lo que nos anuncia la buena nueva de la redención en el Mesias, donde se nos dice que tanto naturales como gentiles somos uno en Yahshua. Además la disposición de no comer con gente de las naciones es una prescripción rabínica, no un mandamiento de la Tôrâh. No obstante todo esto, hoy en día se usa el término judaizar/judaizante, al hacer cosas en común con los judíos y que son de la Tôrâh, como guardar el sabado. En ese caso aún el creer en el Mesias y guardar cualquier mandamiento de la Tôrâh es entonces judaizar y “caer de la gracia”, como se suele llamar en el cristianismo, por tanto debiéramos apartarnos de toda la fe hebrea. Al hacer esto los mandatarios religiosos fueron inculcando apartarse de la Tôrâh, y es el misterio del que habla Pablo a los tesalonicenses cuando dice: Está en acción el misterio de la separación de la Tôrâh (ilegalismo: Sin ley), dicho en griego como anomia, y significa sin ley. Precisamente todo esto de lo que hablamos es separarse de la Tôrâh. Pero la Tôrâh es lo que define el pecado, por tanto si enseñamos a separarnos de la Tôrâh, estamos enseñando a pecar.
¿Qué eres entonces si guardas el día del Sol (domingo)? ¿Paganizante? Es evidente que el espíritu antisemíta ha influido en esta definición de lo que es judaizar. Es cierto también que la sana doctrina proviene de los Judios ¿Es el Creador Judio? No, no lo es; pero se reveló primeramente a ellos, y luego las buenas nuevas fueron a las naciones; donde tras la necesidad de los poderosos romanos de lograr la unidad religiosa, produjeron sincretismos en las doctrinas en una nueva religión, de manera que fuera asimilable por las muchedumbres de las naciones. Las doctrinas fueron armadas en función de una común aceptación de parte de las masas de individuos acostumbrados a vivir en el paganismo. La persecución fue reemplazada por la sustitución, surgiendo así el Cristianismo, o la Religión Católica. Nunca se dijo que Yahshua daría origen a una nueva religión; sino que vino a completar una, en todo caso. La expresión hacerse seguidor del Meisas (mesianico, como se les llamó en Antioquía) no implica cambiar de religión para los judios, sino aceptar al Mesias como rescate, creer en él; pero ellos no dejan de ser judios. Tampoco nosotros dejamos de ser gentiles según la carne, sino que somos injertados en el olivo natural, siendo desgajados del silvestre por el poder de Elohim; participando de la misma sabia que los yisraelitas naturales, por tanto no hay un Israel y una Iglesia Cristiana, sino que todos son Israel, la asamblea de Yahshua. No hay religión nueva, sino integración de dos pueblos en uno; siendo este pueblo, el natural, el olivo de huerto (Romanos 11), donde se han injertado ramas silvestres (gentiles). La Escritura no dice que un olivo silvestre sería tomado como pueblo, ni que el olivo de huerto sería reemplazado por un equivalente silvestre. En otras palabras, los gentiles injertados, somos Israelitas, injertados contra nuestra condición natural de gentiles, y ahora somos conciudadanos de los santos, y pueblo de Elohim. No hay un pueblo de Elohim por un lado, y una Iglesia Cristiana por otro, como suele afirmarse; sino que todos somos pueblo de Elohim, unos naturales y otros tomados de las naciones e injertados, pero ahora somos todos ciudadanos de la nación de Israel.
¿Podemos confiar en las versiones de las escrituras?
La verdad es que la escritura es inspirada, pero en ninguna manera debe suponerse que lo son las distintas traducciones y versiones. Existen diferencias substanciales en diferentes versiones, aún en pasajes completos, que en unas versiones están y en otras no; y esto se debe a que también los manuscritos disponibles son copias de copias de los originales, en distintas lengua, y difieren entre si desde detalles que no alteran los significados, hasta en pasajes completos.
Suele decirse que las versiones tal como están dadas, no alteran las doctrinas fundamentales. Deberíamos preguntar a los teólogos que esto afirman, que entienden ellos como doctrinas fundamentales. La Trinidad es una doctrina fundamental en el Cristianismo, sin embargo no hay pasaje que la respalde, como ellos mismos lo reconocen.
A esto hay que agregarle que en la traducción, la misma palabra en griego, hebreo o arameo es traducida de diferente manera por los traductores, haciendo que la interpretación subsecuente sea diferente.
Otra de las cosas sucedidas es la sustitución del nombre del Creador por Señor, en vez del Nombre. En las copias más tempranas de la Septuaginta (versión en griego de los escritos hebreos) se escribían las cuatro letras del nombre. El quitar el nombre propio del Creador, también influyó en las copias de los escritos en griego de los emisarios; lo notamos en las citas que se hacen en dichos escritos, y que son de los escritos más antiguos (llamado Antiguo Testamento por el Cristianismo, y Tanak por los hebreos).
Desde el griego se transliteró el nombre del Mesias como Iesous, y finalmente en español e inglés Jesús. En hebreo Jesús significa: ¡Miren/He aquí! [Un] caballo, no Yahweh [es] liberación/salvación.
Pasajes como Mateo 28:19, y I Juan 5:7, están añadidos:
(Mt. 28:19) (RV60): “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
Los emisarios/apóstoles jamás bautizaron de esa manera, sino que lo hacían en el nombre de Yahshua (Hechos 2:38); lo cual indica que esa formula fue añadida. De hecho las Buenas Nuevas del Mateo en hebreo de Shem Tob, no tiene el pasaje.
(I Juan 5:7): “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”
Este pasaje es una añadidura a la escritura, pues no se encuentra en los manuscritos más antiguos.
Y así sucesivamente, alteraciones claras y directas, así como muy sutiles, tal el caso de I Timoteo 4:1:
(I Timoteo 4:1): “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe…”
La palabra postreros que es último, no expresa lo que la palabra griega quiere decirnos, que es justeros, la cual designa próximos, por venir, que viene, y no necesariamente postreros o últimos, la cual más específicamente es esjatos.
Usted dirá ¿Cuál es el problema, siguientes o últimos, no hay apostasía al fin? Efectivamente, solo que si digo apostasía para el final, deberíamos suponer que durante los primeros siglos a los delegados (siglos I, II, y III), no hubo caída de la sana doctrina, sino que es de esperarse en estos últimos tiempos. Sin embargo la traducción correcta, nos muestra la realidad, y respecto de lo cual nos hablaron los mismos emisarios: Luego de la partida de ellos (próximos tiempos, no últimos), se infiltraron lobos rapaces que no perdonaron al rebaño ¿Quiénes fueron estos lobos? Fueron filósofos cuya fe tenía raíz en conceptos paganos, y dejando de lado la raíz hebrea de la fe, introdujeron otras formas para interpretar la escritura, llevando a la caída de la sana doctrina y produciendo una religión sustituta. El abandono de todo lo que tuviera algo de fe hebrea tuvo mucho que ver ¿Podrían ellos tener la misma doctrina con base en los hebreos? ¡De ninguna manera! Además los poderosos romanos se consideraban representantes de la deidad en la tierra, por tanto tenían (según ellos) el poder de cambiar las doctrinas, o lo que creyeran necesario para lograr no la verdad (o sí, según ellos), pues ésta no se puede alterar, sino la unidad religiosa del imperio.
Muchos cristianos citan a los Padres de la Iglesia o, o a escritos primitivos, en apología a sus doctrinas, suponiendo que dan luz sobre los escritos inspirados. La escritura es clara en cuanto a edificarse sobre el fundamento de los apostoles, profetas y Yahshua mismo (Efesios 2:20). Hacer lo contrario, esto es, procurar interpretar la escritura en base a lo que dijeron los hombres luego de la muerte de los apostoles (Cristianismo Primitivo: Siglos II al IV), sería no obedecer estas premisas, y muy peligroso, considerando que los lobos rapaces se introdujeron ni bien partieron los apostoles, tal cual nos lo dicen muy claro (Hechos 20:29).
El Protestantismo conserva hoy en día la misma base de la fe profesada por Roma. Aquel que sea llevado a la verdad, irá al siglo I, al fundamento de los emisarios, los profetas, y de Yahshua mismo, la palabra de Elohim; lo cual implica cambios más de base. Si alguno edifica sobre bases incorrectas, entonces lo que no sirve se quemará (I Corintios 3:15).
En resumidas cuentas, la nueva religión formada por el mundo pagano, dejó atrás la verdad, argumentando un cambio de pacto, y se le sumó una actitud de rechazo hacia todo lo judío. El término Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, sugieren que hay algo pasado, viejo, que ya no está en vigencia; y nuevo, sugiere que es lo que está en vigencia, y es actual. Esto también trae aparejado que se considere a los mandamientos de la Tôrâh como abolidos. No hubo tal abolición, sino un cambio de la mediación/sacerdocio, donde se levanta uno según el orden de Melquisedec. Sin duda el pretexto del pacto abolido, fue la excusa para dejar ciertas prescripciones que resultan cien por ciento aplicables; y no solo eso, reemplazarlas por prácticas paganas, como el domingo como día de precepto, el culto solar en general, Navidad, Semana Santa, la Trinidad Divina, la Reina del Cielo, etc.
Gracias por leer.
“Todo aquel que invoque el nombre de Yahweh será rescatado…”
(Yoel/Joel 2:32)
Si alguien tiene oídos, que oiga.
(Revelación/Ap. 13:9)
martes, 24 de noviembre de 2009
EL Nombre YAHOSHUA

Mat. 1:21 - "Ella dará a luz un hijo; y llamarás su nombre YAHSHUA, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." La versión KJV dice que el nombre del Salvador es “Jesús”. La KJV original de 1611 dice que su nombre es "Iesus." Eso es debido a que la letra "J" todavía no había comenzado a usarse con regularidad y hacia muy poco que se había inventado en aquella época. Por lo tanto "Jesús" no puede ser el verdadero nombre del Salvador. Es un hombre inventado por el hombre, que sólo hacía unos pocos cientos de años que existía. "Iesus" es un esfuerzo por transliterar el nombre tal y como aparece en el texto griego (Iesous). Sin embargo, el griego realizó un pobre esfuerzo por hacer una transliteración del nombre del hebreo.
La KJV de Hechos 7:45 y Heb. 4:8 demuestran que el Salvador tenía el mismo nombre que el soldado Josué, hijo de Nun. Estos dos versículos dicen "Jesús" cuando deberían haber dicho "Joshua", como dicen las notas al margen y en hebreo es "YAHSHUA" o la forma mas larga "Yahoshúa." Ambos nombres, "Jesús" y "Joshua" se escriben "Iesous" en griego.
Puesto que el ángel de Yahwéh mandó a José que pusiese al niño "Yahshúa", el nombre tiene su origen en el cielo y no es un nombre inventado por el hombre y teniendo en cuenta que fue siguiendo el mandato celestial, ningún hombre tiene la autoridad para cambiarle el nombre al Salvador.
Mat. 1:21 nos dice además el significado del nombre. "Porque él salvará a su pueblo de sus pecados" y da al nombre el significado de salvación, que es lo que quiere decir "shua" en hebreo. "Yah" es la forma resumida del nombre del Padre celestial, como vemos en Salmos 68:4 y la palabra Aleluya que significa "Exaltad a Yah". Por lo tanto, la combinación de Yah y shua (Yahshúa) dan al nombre entero el significado de "Yahwéh salva", "Yahwéh es salvación" o "Salvación de Yahwéh", que es un nombre con un importante significado, mientras que "Jesús" es un nombre inventado por el hombre y carece de significado.
Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." Este versículo nos enseña la importancia del nombre concreto que se le dio al Mesías. El nombre concreto Yahshúa se glorifica siempre y se enfatiza su importancia, pero cuando se les dice a las personas que “Jesús” no es su nombre, dicen que lo que importa no es el nombre, sino la persona, pero este versículo enseña todo lo contrario.
Fil. 2:9-11. "Por lo cual también Yahwéh lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Yahshúa se doble toda rodilla, de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Yahshúa ha Mashiaj es el Adon, para honra de Elohim Padre". Estos versículos enfatizan la importancia del nombre concreto del Mesías y posteriormente toda rodilla se doblará ante el Mesías, llamado Yahshúa.
Hechos 26:14: "Habiendo caído todos nosotros a tierra, oí una voz que me decía en lengua hebrea: Shaúl, Shaúl, ¿por qué me persigues? ¡Dura cosa te es dar coces contra el aguijón!" El Salvador dijo estas palabras en hebreo a Shaúl y luego continuó diciendo: "Yo soy Yahshúa, a quien tú persigues." Todas las Biblias en español dicen "Jesús" en lugar de decir "Yahshúa", que es el nombre correcto en hebreo. No hay duda de que el Salvador no dijo "Jesús" puesto que ese nombre no se inventó hasta unos 1.500 años después.
Apoc. 7:3, 4 muestra 144.000 santos de los últimos tiempos que llevarán en la frente el sello, antes de que la ira de Yahwéh caiga sobre toda la tierra y sus habitantes. Apoc. 9:4 nos dice el motivo por el que se hace el sellado, es para proteger al pueblo de Yahwéh de que caiga sobre ellos la ira de Yahwéh. Vemos nuevamente a los 144.000 santos en Apoc. 14:1. Aquí es donde averiguamos lo que significa el sello que llevaban sobre sus frentes. La versión Reina Valera Revisada dice: "Y miré, y he aquí el Cordero de pie sobre el monte Zión, y con él estaban los 144-000 que tenían su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes." El griego dice: "teniendo su nombre y el de Su Padre..." como dicen otras versiones. Esto nos enseña la importancia de saber y usar los nombres sagrados de Yahwéh y de Yahshúa en estos últimos días. Yahwéh mismo ha comenzado la restauración de los nombres con un propósito muy concreto. Si el sello en la frente es simbólico de saber y usar los nombres, resultaría sumamente peligroso rechazar dicho conocimiento a favor de continuar usando los nombres ideados por los hombres como: Jesús, Jehová y SEÑOR.
Apoc. 3:8 - "Yo conozco tus obras. He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque tienes un poco de poder y has guardado mi palabra y no has negado mi nombre." ¿Qué quiere decir negar "mi nombre"? Uno de los significados es el de negar al Salvador mismo. El otro es conocer su verdadero nombre y negarse a usarlo, sustituyéndolo por otro nombre. Antes de concluir este estudio debemos analizar de donde procede tu salvación, de Grecia o de Roma? La escritura establece para nosotros los que hemos creído en el Mesías Yahshúa de Nazaret que nuestra salvación viene de los Judios (Juan 4:22) Pues Yahshua mismo nació como judío (Matityahu / Mateo 2:1,2), vivió como judío (Lucas 4:16), vistió como judío pues usaba talit o manto de oración (Lucas 8:44) y sobre el madero le fue escrito: INRI (en latín, y en hebreo YHWH) que significa según las escrituras hebreas: YAHSHUA HA NETZRET HA MELEJ HA IAHUDIM (“JUDIOS”). Siempre que rechazamos la luz de la verdad estamos contristando al Ruaj Ha kodesh (Espíritu Santo). De modo que "caminemos en la luz como él es luz."
lunes, 23 de noviembre de 2009
EL ERROR DE LA TRINIDAD

¿Qué dice Juan 1:1, realmente?
En primer lugar, ¿debe traducirse la palabra griega “logos” en Juan 1:1 como “el Verbo” o como “la Palabra,” como se hace en inglés (the Word)?
El problema con relación a este punto es el siguiente: El término griego lógos en Juan 1:1 es un sustantivo masculino. El término “word” en inglés no tiene género, no es masculino ni femenino. Pero en español el término “palabra” es femenino. Es perfectamente correcto traducir Lógos en Juan como “la Palabra” pero este término español es femenino, por lo tanto el otro sinónimo en español, “el Verbo,” es más apropiado porque es masculino, y significa exactamente lo mismo. Palabra y verbo es lo mismo en español, son sinónimos. El asunto es que lo que se hizo carne no fue una palabra, una expresión, una afirmación que salió de la boca del Creador. Lo que se hizo carne fue un Ser, un personaje, un Hijo de Yahwéh, un Ben-Yahwéh que existía en el cielo como un Ser Divino semejante a Yahwéh. A ese ser ya se lo conocía en los círculos rabínicos pre-mesiánicos como el Mémra en arameo, o el Davár en hebreo (Davár es masculino también en hebreo). Así, pues, no se trata de una palabra literal sino de un Ser que se humanó. A ese Ser se le llama «la Palabra» en forma metafórica. Él no es una palabra, cuando lo llamamos así estamos empleando una metáfora. Siendo que ese Ser es un Hombre (porque se hizo hombre y vino a ser el Mesías), pienso que es más apropiado llamarlo, en términos de Juan 1:1, el Verbo porque éste es un término masculino, y significa lo mismo que “la palabra.” Sin embargo, no tendría ningún reparo en utilizar el término “la Palabra” en lugar de “el Verbo;” es un asunto técnico solamente. Pero hasta ahora no veo que el término “Palabra” sea más apropiado que el término “Verbo” para designar al “Varón de dolores.”
En cuanto a la interpretación de qué es lo que significa el uso que hace Juan de ese término, es obvio que Juan lo está utilizando en el mismo sentido en que lo utilizaban los antiguos rabinos: para designar una manifestación angélica, a la que también llamaron «Metatrón». El tema de Metatrón ya lo hemos tratado en nuestra Revista Menorah, pero sí podemos decir aquí que Metatrón y el Memra de la antigua teología hebrea es el mismo ser que se hizo carne y vino a ser el Mesías Yahshúa.
Esto no tiene nada que ver con el dogma romano de la Trinidad. Metatrón, o Memra, o el Mesías, nunca formó ni pretendió formar parte de una Trinidad. Podemos demostrar que el dogma trinitario es una invención de los teólogos católicos romanos, el cual tomaron prestado de la antigua trinidad pagana de los babilonios y lo legaron como herencia a los teólogos protestantes. Sobre esto nos ilustra abundantemente el Dr. Hislop en su libro Las Dos Babilonias, donde él demuestra que mucho antes del nacimiento de nuestro Mesías ya existía en la India y otros países la creencia en una trinidad de dioses paganos. Hislop nos demuestra que esa doctrina pagana de la trinidad influyó enormemente en el desarrollo del concepto católico sobre la Deidad. Y hoy todo el mundo cree que esa doctrina es bíblica; pero no lo es. La doctrina bíblica nos habla de un sólo «Dios», solo, único, no triple ni doble ni múltiple.
Ahora, en cuanto a lo que realmente dice Juan 1:1:
Cuando dialogamos con alguna persona que cree en el dogma de la Trinidad, generalmente nos dice: “Pero ¡Juan 1:1 dice que Jesús es Dios?” Y cita el pasaje de la versión Reina-Valera, que dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
Es obvio que hay un error de traducción en este pasaje, porque como está redactado es una gran contradicción. Vamos a descubrir dónde radica el error de traducción en este pasaje. Vamos a ver ahora el verso tal como reza en el texto griego de donde se hacen las todas traducciones. Siendo que no todos los lectores tienen la fuente griega, vamos a transliterar el texto griego. Dice Así:
En arjé en ho lógos, kay ho lógos en pros ton theón, kay theós en ho lógos.
Se sabe ya, y los eruditos están de acuerdo, que el Nuevo Testamento no fue escrito originalmente en el idioma griego sino en hebreo, o probablemente en arameo, un idioma hermano del hebreo. Estos dos idiomas son tan parecidos como lo son el español y el portugués.
Pero desgraciadamente las traducciones corrientes no se hacen de los escritos originales del llamado «Nuevo Testamento» sino de traducciones griegas, que son copias de copias de copias de copias, de copias...
El problema es que al hacer copias de copias se introdujeron errores en el texto de esas traducciones griegas. Un error importante es que se añadieron palabras, frases, y hasta oraciones completas que no estaban anteriormente en las copias griegas más antiguas. Este error lo tratamos en la segunda parte. El primero es un error de traducción en Juan 1:1.
Si usted usa la versión Reina-Valera, leerá ahí:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
En esta traducción errónea del texto se basan dos errores fundamentales en el cristianismo:
1. Algunos concluyen de esa lectura que si el Padre es Dios y el Verbo es Dios entonces ambos forman parte de una llamada Trinidad (añadiendo el espíritu santo) en la que cada uno de sus componentes es Dios pero no hay tres Dioses sino un sólo Dios, dicen ellos.
2. Otros dicen que si el Padre es Dios y el Verbo es Dios, siendo que no puede haber dos Dioses, entonces hay que concluir que el Padre y el Verbo son una y la misma persona; y si se añade que el espíritu santo también es Dios, tampoco puede ser otra persona aparte sino que entonces tanto el Padre como el Verbo y el espíritu santo no son tres Personas divinas sino una y la misma persona que se ha manifestado en tres formas distintas, primero como Padre, luego como Hijo y luego como Espíritu Santo.
Estas dos teorías contradictorias les parecen correctas a distintas personas. Primeramente vamos a ver por qué ninguna de esas teorías es correcta desde el punto de vista bíblico, y luego veremos por qué no pueden ser correctas desde el punto de vista racional y lógico.
En primer lugar vamos a demostrar que lo que dice la versión española de Reina-Valera no es lo que dice el texto griego. En segundo lugar vamos a ver qué dicen los expertos en cuanto a lo que dice el texto griego de Juan 1:1.
Para que nadie piense que inventamos cosas a nuestra conveniencia, presentamos aquí una transcripción del texto griego de Juan 1:1, con una traducción interlineal palabra por palabra, según el Nuevo Testamento llamado Diaglotón Enfático, de Benjamín Wilson, edición de 1942.
En arjé en ho lógos
En principio era el Verbo
kai ho lógos en pros ton theón
y el Verbo era con el Dios
kai theós en ho lógos.
y un-dios era el Verbo.
Para entender por qué la traducción de Reina-Valera es incorrecta vamos a ver primeramente qué es lo que dice exactamente el texto griego. Analicemos el texto griego ya citado según el Nuevo Testamento interlineal de Benjamín Wilson:
Note que la palabra theós aparece dos veces: primero con el artículo definido tón (el), cuando se refiere al Padre, y luego sin artículo definido, cuando se refiere al Verbo. La diferencia entre una palabra griega con artículo y la misma palabra sin artículo es significativa e importante para entender correctamente el texto griego.
La gramática griega (al igual que la española) nos enseña que cuando un sustantivo como éste va sin artículo definido es un sustantivo genérico, mientras que si lleva el artículo es un sustantivo específico. Por lo tanto la traducción de Wilson es gramaticalmente correcta: «El Verbo estaba con el Dios, y el Verbo era un dios.»
Sin embargo hay una manera más correcta todavía de traducir esta frase, siendo que la palabra theós significa no solamente dios sino que también significa divino. Veamos:
En arjé en ho lógos
En principio era el Verbo
kai ho lógos en pros ton theón
y el Verbo era con el Divino
kai theós en ho lógos.
y divino era el Verbo.
Nótese que al traducir theós como «divino» la oración muestra su sentido más genuino y verdadero: «El Verbo estaba con el Divino, y el Verbo era divino.»
Esto está en perfecta armonía con la gramática griega que nos dice que cuando un sustantivo como éste va con artículo definido es un nominativo de identidad, mientras que sin artículo definido es un nominativo de cualidad. Es decir, el primer theós (con artículo) está describiendo a la Persona con quien estaba el Verbo, mientras que el segundo theós (sin artículo) está describiendo la cualidad divina del Verbo.
Esto lo presenta hermosamente la Biblia en inglés que se llama The Revised English Bible (La Biblia Inglesa Revisada), que dice:
«In the beginning the Word already was. The Word was in God’s presence, and what God was, the Word was.»
Lo cual se traduce:
«En el principio la Palabra ya estaba. La Palabra estaba en la presencia de Dios, y lo que Dios era, la Palabra lo era.»
Esa es una manera muy novedosa e ingeniosa de traducir este pasaje, considerando que los traductores de la REB son trinitarios. Lo que está diciendo el pasaje es que la Palabra (o el Verbo) era de la misma cualidad divina de Aquél a quien se llama aquí «el Dios.» No está diciendo que son la misma persona, ni dice que son iguales, sino solamente dice que ambos comparten una cualidad divina.
Ahora, esto lo vamos a ver más claro cuando cotejemos el texto hebreo. Cada vez más eruditos se están convenciendo de que el Evangelio fue escrito originalmente en hebreo, y no en griego. De manera que es importante cotejar cómo diría este texto en hebreo.
Citamos a continuación la versión hebrea del Nuevo Testamento editada por la «Sociedad para Distribución de las Sagradas Escrituras a los Judíos»: (Léase de derecha a izquierda.)
rbDh hyh tyvarB
,hadavár jayáh bereshit
,lapalabra era enprincipio
!yhlah-ta hyh rbDhw
,haelohím - et hayáh vehadavár
,elpoderoso – con era ylapalabra
.!yhla hyh rbDhw
,elohim hayáh vehadavár
.poderosa era ylapalabra
(Para ver el texto hebreo usted necesita la fuente Hebraica.ttf)
(La traducción interlineal es nuestra) Debe notarse que aquí se usa el título elohím y no el nombre Yahwéh, como citan algunos incorrectamente. Lo mismo que en griego, en el hebreo aparece el sustantivo elohím primero con el artículo definido ha (el), y luego sin artículo definido. Igualmente, la gramática hebrea nos enseña que cuando un sustantivo va sin artículo puede entenderse como sustantivo indefinido y también como adjetivo. Así que es perfectamente correcto decir que el Verbo estaba con «el Poderoso» y el verbo era también «poderoso.» (Véase la Gramática Griega de Dana y Mantey.)
Ha de notarse también que en español la palabra «verbo» y el término «palabra» son sinónimos y se pueden usar indistintamente. Algunos gustan de recalcar que el término «verbo» implica acción. Pero aquí no; aquí el término «verbo» es simplemente sinónimo de «palabra.» De hecho, la versión original de Casiodoro de Reina, la llamada Biblia del Oso, usa aquí el término «palabra» y no «verbo.»
En armonía con esto, la versión en inglés llamada An American Translation, por Smith y Goodspeed, dice:
«In the beginnig was the Word, and the Word was with God, and the Word was divine.»
«En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era divina.»
Esta traducción es perfectamente posible y adecuada por lo que ya hemos explicado sobre la función del artículo definido, es decir: Siendo que la primera ocurrencia de theós va con artículo, es un sustantivo personal, un título, y se aplica al Padre; mientras que la segunda vez elohím aparece sin artículo y por lo tanto es un adjetivo. De manera que la traducción más adecuada es la que se hace en el “Nuevo Testamento” llamado Las Escrituras Mesiánicas, que dice:
«En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con el Poderoso, y el Verbo era poderoso.»
Así que no se habla aquí de dos Yahwéhs, ni dos Dioses, ni dos personas que forman una Trinidad con el Espíritu Santo. Esas especulaciones no son más que teorías trinitarias forzadas para probar una doctrina básica para el cristianismo: el Dogma Católico de la Trinidad. ¿Católico? ¡Sí, católico! Aunque usted no lo crea, si usted es trinitario es un buen católico, pues ese dogma es católico. Para más amplia información, véase nuestro libro El Misterio de la Trinidad.
— Yosef Aharoni
www.sendaantigua.tk
El nombre YAHWEH

¿Es Su Nombre
Jehová
O
Yahweh?
Los traductores cristianos de la biblia sin darse cuenta siguieron a los escribas judíos y disfrazaron el Nombre del Creador. Ahora aprenderemos la verdad acerca del Nombre personal revelado, de el Padre Celestial!
Preguntando a la mayoría de los creyentes en la biblia cual es el nombre del Padre Celestial ellos probablemente dirán Jehová. Preguntándoles a ellos por algunas pruebas de esto ellos señalarán el uso tradicional o le referirán a usted a el antiguo testamento de alguna version del la biblia en inglés [Español].
Sorprendentemente, el nombre de el Padre Celestial no es Jehová, y nunca lo fue. La historia de “Jehová” que algunas encyclopedias llaman erróneo y que muchos eruditos de la biblia concuerdan en que no es exacta, está completamente evidente.
En los más antiguos textos de la biblia, los manuscritos hebreos, el Nombre sagrado es representado por cuatro letras hebreas, יהוה. Estas cuatro letras son llamadas tetragrámaton, apareciendo en el ingles [español] como YHWH.
El antiguo alfabeto hebreo no tenía vocales. Para indicar las vocales, los escribas o copistas usaron marcas diacríticas o puntos sobre o bajo las letras. Los expertos en la ley judía decidieron ocultar este Nombre seguramente para que no pudiera ser tomado en vano o blasfemado. Además, cuando las cuatro letras del tetragrammaton aparecen en el texto, los escribas “lo marcaron” con las vocals cambiadas para la palabra hebrea Adonai (que significa “señor”) que entonces fue leído como “señor” en lugar de el sagrado Nombore “Yahweh.”
Una de las palabras más ampliamente conocidas en el mundo es “aleluya” que tiene el significado imperative de “Alaben a Yah.” Note que la forma corta o poética es Yah y no se escribe Yeh. Aleluya es escuchado en todo el mundo y el sonido es el mismo en todoes los idiomas.
Hebreo no comprendido
Los primeros convertidos al salvador fueron los judíos, incluyendo a los obispos y líderes de asambleas. Como más gentiles convertidos fueron aceptados, la asamblea tomo un sabor a gentiles con costumbres y practices gentiles.
Estos gentiles generalmente no entendían el hebreo. De hecho, en el tiempo de Constantino hubo una influencia decididamente mayor contra los judíos y la mayor parte de estos gentiles convertidos buscaban no hacer nada judío. Una separación pronto se desarrollo entre “Cristianos Judíos” y “cristianos Gentiles”.
Cuando el Antiguo Testamento fue traducido al griego (conocido como Septuaginta) este llegó a ser el texto estándar para la primitiva asamblea, ahora abrumada por los paganos convertidos, que por entonces hablaban latín o griego.
Igual fue escrito en griego a través de la Septuaginta, el nombre Sagrado יהוה (Tetragrámaton) primero fue escrito dentro del texto con letras hebreas doradas. Siendo ignorantes del hebreo, los lectores de el texto griego pronunciaban equivocadamente el tetragrammaton hebreo como “Pipi” ya que la pi griega “π”, recuerda a la he hebrea “h”.
Las traducciones llegaron a ser el estánder para la iglesia romana y las letras latinas IHVH aparecieron en lugar del tetragrammaton. En aquellos tiempos la vocal I era equivalente de la Y. La V tenia el sonido de W, “u.” (Escriba para nuestro miniestudio, ¿Escribiendo el Nombre Sagrado, V o W?).
La I mayúscula pronto tuvo una cola añadida, una modificación popularizada por los impresores Holandeses, así que el tetragrammaton empezó a aparecer como JHVH. Aunque se veía semejante a nuestra J, la letra latina J fue pronunciada como la letra i en policía o en maquina.
El Nombre Inefable
Los nombres no cambían de un un idioma a otro. Uno puede oír a un locutor extranjero y reconocer los nombres de los líderos mundiales tales como Bush, Yeltsin, Kohl, y Mitterand. Los nombres son transliterados (“se les da el mismo sonido”) empleando letras equivalentes de un alfabeto dado. El nombre de Yahweh no cambia de un idioma a otro.
Idual a través del tetragrammaton aparecido en los textos latinos como JHVH (el equivalente de YHWH en su pronunciación) los puntos vocálicos hebreos fueron para Adonai. Además, los judíos hicieron a la primer vocal “a” corresponder a nuestra letra “e” como en “encontrar”, para que no cualquiera leyendo el hebreo pudiera inadvertidamente decir la primera parte del Nombre Sagrado “Yah” (Por lo tanto la “e” en Jehová).
El tetragrámaton, con las marcas vocálicas del erróneo, Adonai, es hasta hoy llamado por aquellos familiarizados con el hebreo el “nombre ineffable (impronunciable)”. !no puede ser pronunciado con las marcas vocálicas de “adonai”!
Los traductores, ignorantes de esta tradición judia no pronunciaron el nombre como Yahweh, estando influenciados por los judíos y su cambio por las vocales de adonai. Por consiguiente ellos escribieron “Jehová.”
El Dr. J.B. Rotherham declara en el prefacio a su Biblia con respecto a Jehová: “Erróneamente escrito y pronunciado Jehová, que us meramente una combinación de el sagrado tetragrámaton, y las vocals de la palabra hebrea para Señor, sustituidas por los judíos para JHVH, por que ellos se limitaron de pronunciar El Nombre, debido a una mala concepción de dos citas, Ex. 20:7 y Le. 24:16…Para dar al nombre JHVH las vocals de la palabra para señor [Heb. Adonai], es como hacer un híbrido de como debería ser pronunciada la palabra Germano con las vocals de la palabra Protugal – viz., Gormuna. La monstruosa combinación Jehová no es más Antigua que del 1520 d.c. aproximadamente.
Rotherham se Adelanto a su tiempo, pero ahora muchos diccionarios y encyclopedias communes admiten que el nombre Jehová es incorrecto, y que más adecuadamente debería ser leído “Yahweh”.
La Enciclopaedia Britannica (Micropedia vol. 10) dice:
“Yahweh – el nombre personal de el [El] de los israelitas… Los masoretas, judíos eruditos de la biblia durante la edad media, reemplazaron los signos vocals que tenían que aparecer encima o debajo de las consonants YHWH con los signos vocals de Adonai o de Elohim. Así el artificial nombre Jehová (YeHoWaH) llegó a existir. Aunque eruditos cristianos después del periodo del renacimiento y la reforma usaron el término Jehová para YHWH, en los siglos XIX y XX de Nuevo empezaron a usar la forma Yahweh, así esta pronunciación de el tetragrámaton nunca se perdió realmente. Las transcripciones griegas indican que YHWH debería ser pronunciado Yahweh.”
De mandera interesante, igual los testigos de Jehová reconocen que el nombre Jehová es inadecuado. En su libro, “Let Your Name Be Sanctified” [Santifiquemos Su Nombre] admiten libremente en las paginas 16 y 18 que Yahweh es la mejor traducción del tetragrámton. Este libro ha sido recientemente retirado. Sin embargo, en el prefacio a su “The Kingdom Translation of the Greek Scriptures” [El Reino Traducción Interlineal de las Escrituras Griegas], nosotros encontramos en la pagina 23 la siguiente admissión:
“Mientras nos inclinamos a ver la pronunciación ‘Yahweh’ como la forma más correcta, nosotros hemos retenido la forma ‘Jehová’ proque es más familiar a las personas desde el siglo XIV. Además preserva igualmente con otras formas, las cuatro letras de el tetragrámaton JHVH.”
Siguiendo Tradiciones del Hombre
Nosotros no podemos seguir tradiciones que nos condezcan a llamar al Padre Celestial por un !nombre equivocado! Muchas pruebas eruditas están ahora disponibles para exponer que Jehová es incorrecto. Nosotros estamos caminando en toda la verdad nosotros estamos dando así que Yahweh nos dará aún más luz. Nuestro propósito no es seguir tradiciones erróneas de hombres: “en vano ellos me adoran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (Mar. 7:7).
El equivocado nombre Jehová se dice ha llegado a nosotros aproximadamente en 1518 por Peter Gallatin quien fue confessor del papa Leo X. A pesar de los esfuerzos de los reformadores protestants pro retornar a la verdad de la biblia, la mayoría de los protestantes todavía retienen el erróneo nombre de Jehová el cual fue tomado por nosotros de los católicos.
La biblia de James Moffatt usa el título “Eterno,” un titulo usado por algunos grupos quienes niegan el nombre de Yahweh. Moffatt dice en su prefacio:
“Estrictamente hablando, esto debería ser traducido ‘Yahweh’, el cual es familiar a los modernos lectores en la errónea forma de ‘Jehová.’ Esta fue una versión pensada para los estudiantes de el original, aquí no debería haber ninguna vacilación en imprimir ‘Yahweh.’”
Moffatt admite que los estudiantes de el texto original (el texto correcto) deberían usar ‘Yahweh.’ Aquellos quienes no son fervorosos estudiantes o les falta interés en lo que nos proporciona el texto original en lugar de Yahweh pueden llamarlo por títulos semejantes a “Eterno.”
La Falsa Pluma de los Escribas
Como nosotros hemos expuesto, los escribas han insertado las vocals para Adonai en el Tetragrámaton para disfrazar el nombre de Yahweh. En su ignorancia los traductores griegos y latinos perpetuaron el error.
Muchos nombres en la biblia empiezan con “Je” (en la biblica española con jo) los cuales deberían empezar con “Ya.” Igual el nombre de Jesús no es correcto, pero si una mala transliteración. Esto puede ser comprobado viendo una concordancia biblíca. (Usted también puede escribir para obtener nuestro miniestudio, Como el Nombre del Salvador fue Cambiado, para aprender como la dinámica del lenguaje condujo a un cambio eventual en el Nombre del Mesías”).
Note que los nombres tales como Joaquín, Joiarib, Jonadab, Jonatán, Jehosedech y Joram todos empiezan equivocadamente con Jo. En lugar de eso ellos más correctamente deberían empezar con Yah, como fácilmente puede ser comprobado buscando en la Strong’s Exhaustive Concordance [Concordancia Completa de Strong] por el número de referencia, y entonces leyendo cuidadosamente el diccionario hebreo que se encuentra en la parte posterior a la concordancia.
Estos cambios de las formas probablemente es a lo que se refiere Jeremías cuando el escribe que “la pluma de los escribas es en vano,” Jer. 8:8.
Strong’s Exhaustive Concordance [Concordancia Completa de Strong] es casi una necesidad para obtener una profunda comprensión de los idiomas originales. Observe que en el Diccionario hebreo de Strong el No. 3050, la entrada “Yahh”, una contracción para 3068 [el tetragrámaton, el Nombre Sagrado].
“Yah” se encuentra en Aleluya, significando “alaben a Yah.” También aparece en nombres tales como Isaías (IsaYah), Jeremías (JeremYah), Sofonías (ZephanYah), Nehemías (NehemYah), y otros nombres terminan con “iah”. Yah significa “Yo existo.” “Yo soy,” “Yo creo,” o “Yo seré o yo traeré a la existencia.”
Yah es la forma poética o corta de su nombre encontrada que ha sobrevivido a los traductores en el salmo 68:4 de la King James Versión. Este es el prefijo de el nombre Jehová como se encuentra en Strong’s Exhaustive Concordance [Concordancia Completa de Strong] que es más interesante y expone la falacia de el nombre Jehová.
La Contradictorias implicaciones de ‘Jehová’
Nosotros ahora hemos visto como la primera parte del Nombre Sagrado “Yah” fue cambiada a “Jeh” como la “J” se desarrollo y la “a” fue reemplazada con “e” para ocultar el nombre.
El Sufijo “hovah” es el No. 1943 en el diccionario hebreo de Strong y tiene el significado de “desastre.” Esta es otra forma del No. 1942, havvah, que es traducida como “calamidad, iniquidad, travesura, dañina (cosa), desobediencia, desobediente, asqueroso, cosa perversa, sustancia, muy perverso.”
Brown, Driver, Brigg, Gesenius dicen del No. 1943, hovah: “ruin, desastre.”
Desde aquí nosotros podemos ver la locura de llamar al Creador de este universo – El único que nosotros adoramos – Jehová. Porque al llamarlo por este nombre híbrido nosotros estamos en realidad suplicando a un poder cuyo nombre significa, “El Único Quien crea la destructión, crea las travesuras, creador de calamidad, crea la iniquidad, crea la desobediencia, crea las cosas perversas, crea lo muy perverso.”
Satanás seguramente tendría un día de campo cuando la humanidad ignorantemente se refiere a Yahweh por el nombre de Jehová – un nombre que perfectamente le corresponde a el como !el destructor!
Yahweh: ‘El llegará a ser…’
Conociendo el significado hebreo de esto, ¿Cómo podemos nosotros posiblemente llamar a nuestro Padre Celestial “Jehová”? No admirable que el Dr. Rotherham se refiriera a el nombre de Jehova como un !híbrido monstruoso!
Cuan mayor es la Gloria de llamarlo !Yahweh! su nombre que significa El quien hará llegar a ser a cualquiera de nosotros, Su pueblo necesita de el en este tiempo. Él llegará a ser nuestro Sanador, Proveedor, Protector, Sustentador, Guía, Pastor, Cuidador, etc., Así como nuestro Salvador a través de Su Hijo Yahshua.
Ahora que usted conoce que Jehová es un híbrido hecho por el hombre, limpie sus labios de el, como fue el caso con Isaías (6:6-7). Llamándolo por el Nombre Yahweh, que es revelado a aquellos con quien Él está en un pacto de relación. Él llegará a proporcionarle cualquier cosa que usted necesite de él y alegremente cumplirá el significado de Su Nombre en !su vida!
‘Yahweh’ En los Diez Mandamientos
La mayoría de los cristianos no están enseñando la importancia de observar TODOS los Mandamientos. La mayoría pasa por alto los primeros cinco y se concentra en aquellos mandamientos que tratan de nuestros semejantes: asesinar, mentir, robar, adulterio, codiciar. Estos ciertamente son importantes para guiar nuestra vida diaria.
Aún, ¿No es igual o de MAYOR importancia que nosotros sirvamos fielmente a nuestro Padre Celestial Yahweh en el camino que el espera? Nosotros decimos repetidamente a través de las escrituras revereciar Su Nombre. ¿Cómo podemos nosotros reverenciar Su Nombre si nosotros nunca invocamos el nombre que Él así ha revelado amorosamente a Su pueblo? ¿Podemos nosotros colocar Su Nombre a un lado e ignorarlo?
Note que los primeros tres de los diez mandamientos tratan de Yahweh y Su poderoso Nombre. En el original hebreo, los primeros cinco mandamientos usan Su nombre Yahweh !diez veces! Nuestro Padre Celestial inspiro a Moisés para colocar el Nombre Yahweh en Su ley para que así nosotros pudiéramos conocer a quien nosotros servimos.
El tercer mandamiento específicamente dice que nosotros no deberiamos tomar Su Nombre superficialmente o usarlo en vano.
Reverentemente considerar Su Nombre como nosotros leemos en Mal 3:16: “Ellos que temen a Yahweh hablaron muchas veces uno a otro: y Yahweh escucho y oyó, y un libro de recuerdos fue escrito delante de Él para aquellos que temen a Yahweh, y que piensan en Su nombre.” Usted puede reverenciar Su Nombre asi que su nombre también será escrito en el “libro de recuerdos” Los versículos 17 y 18 muestran que esto es un acto de justicia.
Apocalipsis 3:5 muestra que Yahshua no borrará el nombre de aquellos quienes vencieren, pero confesará sus nombres frente al Padre Celestial. (Vea también Ap. 13:8, 17:8, 20:12, 15, 21:27, 22:19).
Si los nombres de simples humanos son importantes para el libro de salvación, ¿Cuánta mayor importancia tiene el Nombre del Padre Celestial Yahweh para nosotros?
Tomando en Su Nombre
Yahweh habla de su pueblo en esta forma: “Además mi pueblo conocerá mi Nombre…” (Isa. 52:6).
El profeta Daniel en una petición al Todopoderoso Yahweh dice, “Oh Yahweh escucha; Oh Yahweh perdona; Oh Yahweh, oye y has; no tardes, por amor a ti mismo, Oh mi Dios: por tu Ciudad y tu Pueblo son llamados por invocar tu nombre” (9:19).
Cuando nosotros nos damos cuenta lo que Yahweh esta creando una familia de personas obedientes en la tierra quienes los reverencian a Él y Su Nombre, entonces nosotros comprendemos la importancia de este nombre familiar y lo significa para ser llamados por el.
“Por esta causa yo doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Yahshua el Mesías, de quien toda la familia en el cielo y la tierra es llamado” Efe. 3:14-15.
El día del regreso de nuestro Salvador a la tierra como el Redentor y novio El desposará a Su novia, la Verdadera Asamblea. Como Su esposa, Su pueblo tomará Su Nombre, “porque bajo ningún nombre bajo el cielo se ha dado entre los hombres, donde podamos ser salvados,” Hech. 4:12
Ahora que usted conoce Su verdadero Nombre, invóquelo con la confianza y seguridad que Él lo bendecirá y recompensará por su Buena voluntad para obedecerlo!
PRESENTACION

SHALOM A TODOS NUESTROS VISITANTES,MI NOMBRE ES YAHONATAM(JONATAN)SOY DE MENDOZA,ARGENTINA,TENGO 20 AÑOS Y SOY NAZARENO.
DEDICO ESTE BLOG PRIMERO A YAHWEH NUESTRO ELOHIM Y SEGUNDO A TODOS AQUELLOS HERMANOS Y NO HERMANOS EN LA FE.
ESPERO QUE ESTE ESPACIO SEA DE BENCICION PARA TODOS Y EN ESPECIAL PARA AQUELLOS QUE NO HAN CONOCIDO LOS CAMINOS DE YAHWEH.
SHALOM A TODOS Y ESPERO QUE DISFRUTEN!!!!
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